Al morir la luz del día me sumergí en el más profundo y extraño sueño, caminando por una enorme avenida de la gran ciudad, las personas vivían sin detenerse al verme pasar, música en algunos hogares, charlas interminables en otros, transcurriendo el tiempo que se había detenido sin que nadie se hubiese percatado de ello, ese tiempo que parecía interminable y que había llegado a su fin. La quietud del silencio invadió el espacio a mi alrededor y continué mi caminar, los animales actuaban extraño, los más tiernos actuaban salvajes, agrediendo y huyendo de todos a su alrededor, eso me dio algo de miedo, pero seguí adelante mientras un halo de luz tenue captó mi atención hacia el cielo, aparentemente nocturno, pero no negro, sino gris y opaco como si una suave capa de polvo lo tornará en ese tono, busque consuelo en la brillante luna, pero no la pude encontrar, fue entonces cuando observé pequeños destellos de luz, como explosiones en el cielo, lluvia de meteoros al principio creí, pe