Mientras conducía en la carretera por la orilla de una bella ensenada, decidí detener el auto y admirar ese bello paisaje, algo dentro de mí lo deseaba con vehemencia. No me fue difícil encontrar un lugar seguro para estacionar el auto, y me decidí a vivir esta maravillosa experiencia. El lugar se encontraba solitario y debía caminar solo un poco hacia abajo para llegar a la orilla y así poder observar el bello mar que frente a mí se encontraba, tuve cuidado de los primeros metros que estaban llenos de piedras algo resbaladizas, y ya que iba de bajada debía ser en extremo equilibrada para no trastabillar. Conforme avanzaba el suelo iba cambiando, ya no solo eran rocas y tierra, comenzaba a haber toda clase de plantas verdes que le daban al lugar un aspecto fresco y totalmente hermoso. Camine entre arbustos e hice una veredita hasta que llegué a la orilla. Me encontraba en lo alto y el majestuoso mar debajo y al frente de mí, se veía tan tranquilo y azul que no me alcazaba la vi
“Spreading my wings to turn my dreams into reality…”